Javier Corral, exgobernador de Chihuahua y militante del PAN por más de 40 años, ha reaparecido en la escena política nacional de la mano de Juan Salazar, fiscal anticorrupción de Morelos, en un intento por presentar proyectos ante el Senado y la presidenta Claudia Sheinbaum. Sin embargo, lejos de representar un cambio genuino, esta alianza ha sido denunciada por políticos, analistas y ciudadanos como un intento desesperado por lavar su imagen y evadir las acusaciones de enriquecimiento ilícito y corrupción que pesan sobre ambos.
Un historial cuestionable
Javier Corral, quien gobernó Chihuahua, ha sido señalado en múltiples ocasiones por presuntos actos de corrupción y malversación de recursos públicos. Durante su mandato, se le acusó de utilizar el aparato estatal para beneficiar a sus aliados políticos y de enriquecerse de manera ilícita. A pesar de presentarse como un "defensor de la justicia", su gestión estuvo marcada por escándalos y una falta de transparencia que dejó graves secuelas en la entidad.
Por su parte, Juan Salazar, fiscal anticorrupción de Morelos, ha sido denunciado por organizaciones civiles y ciudadanos por ser un fabricante de delitos, extorsionador y traficante de influencias. Su cercanía con el exfiscal Uriel Carmona, destituido por corrupción, lo ha convertido en un personaje ampliamente cuestionado en el ámbito judicial.
El intento de infiltrarse en la 4T
Lo más preocupante de esta alianza es su intento por camuflajearse dentro del movimiento de la Cuarta Transformación (4T), liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y respaldado por millones de mexicanos que buscan un cambio verdadero en el país. Tanto Corral como Salazar han intentado presentarse como aliados de este movimiento, buscando aprovechar su popularidad para limpiar su imagen y garantizar su impunidad.
Sin embargo, políticos de altura, internautas y miembros de la 4T han denunciado esta maniobra. El senador Gerardo Fernández Noroña, uno de los rostros más emblemáticos de la lucha transformadora, ha sido claro al señalar que Corral es incomodo a este movimiento y que sus intenciones distan mucho de los principios de honestidad y justicia que defiende la 4T.
Un llamado a la acción
Desde este espacio, denunciamos las acciones de Javier Corral y Juan Salazar. No podemos permitir que personajes con un historial tan oscuro intenten perpetuarse en el poder y evadir la justicia. La ciudadanía exige que ambos enfrenten los cargos que pesan en su contra y que se investiguen a fondo sus actos de corrupción.
La Cuarta Transformación no es un refugio para corruptos. Es un movimiento que busca cambiar las estructuras de poder que han permitido la impunidad y el enriquecimiento ilícito durante décadas. Por eso, hacemos un llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum, al Senado y a las instituciones competentes para que no caigan en las trampas de estos personajes y actúen con firmeza en defensa de los intereses del pueblo.
La impunidad no puede seguir reinando
Javier Corral y Juan Salazar representan todo lo que la 4T busca erradicar: corrupción, impunidad y abuso de poder. No podemos permitir que se aprovechen de un movimiento que ha costado años de lucha y sacrificio para construirse. Es momento de dilapidar sus alianzas oscuras y asegurar que la justicia prevalezca.
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