🩸🚨 Nissan, calles y comercios: Robos millonarios y cero detenidos — ¿Quién protege a Morelos?
Cuernavaca, Cuautla y Jiutepec, desbordados en delincuencia.
Con el inicio del mes de diciembre la delincuencia común y la organizada evidenciaron que la presumida estrategia de seguridad quedó rebasada, al aumentar los delitos de alto impacto en las tres principales ciudades del estado de Morelos.
Los homicidios dolosos ya dejaron de ser por venganzas entre grupos delictivos en busca del control de la plaza, como cada 15 días o entrevista asegura el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Miguel Ángel Urrutia Lozano, quien ya rumbo al segundo año de gobierno mantiene un descontrol de la dependencia. Y en la ciudad capital, Guillermo García Delgado está a más envuelto en temas de amoríos que al pendiente de la prevención del delito; Urióstegui le tiene que dar las gracias al comandante de la SEPRAC.
El caso es que las tres principales ciudades del estado de Morelos como: Cuernavaca, Cuautla y Jiutepec los homicidios dolosos repuntan y son por negativas a pagos en extorsiones, asaltos y secuestros.
Casualmente los encargados de la seguridad pública en esas tres localidades donde hay más concentración poblacional, empleo, comercio y flujo económico los jefes policíacos y sus elementos son señalados de sus presuntos nexos con la delincuencia organizada.
El rebase de la delincuencia a la autoridad municipal, estatal y federal “coordinada” en la entidad es evidente, y en diciembre los delincuentes salen sin problemas a las calles, hasta protegidos por la policía preventiva y escoltados por la vial.
Del lunes primero al viernes 5 de diciembre en Cuernavaca se han registrado 10 asesinatos, cinco secuestros y más de 50 asaltos; en Cuautla: 12 ejecutados, 40 asaltos, tres secuestros, y en Jiutepec, ocho homicidios, 20 asaltos y un secuestro.
Las cifras de los secuestros no son oficiales porque derivado de la obviedad de los casos las familias no acuden a la denuncia, suelen negociar directamente con los secuestradores.
En Cuernavaca brotaron los asaltos y robos de miles de pesos a cuentahabientes y frente a las narices de los elementos policíacos.
En Jiutepec, al finalizar el año hay dos asaltos al interior de la todavía armadora de autos Nissan: a una camioneta de valores con el saldo de millones de pesos sustraídos, un custodio herido y, como es normal, ningún detenido; el segundo robo se perpetró en una de las bodegas de la fábrica en donde sustrajeron materiales y objetos diversos de valor sin problemas. así despide la factoría la delincuencia.
Y en Cuautla, ya no hay remedio. La violencia cotidiana de plano desapareció la autoridad local, la sociedad tiene miedo igual que los integrantes de la Guardia Nacional y el Ejército, que ya no salen de sus cuarteles ni por casualidad.
Esa es la realidad del alcalde de Cuautla Jesús Corona, guarecido en su oficina, tiene delirios de persecución y alucina, tan es así que, debido a su estado de intoxicación permanente, acudió al cuartel militar de Cuautla atrincherándose porque aseguró que lo querían levantar.
Así es como las ciudades más importantes del estado están inmersas en el caos de la inseguridad.
Se acaba el año 2025 y al igual que en el “puente” revolucionario, es socialmente perceptible que diciembre será un mes de sangre e inseguridad.
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