💼😡 Negocios, compadrazgos y omisiones: la traición al pueblo disfrazada de justicia 😡💼 En Morelos hubo un tiempo en que la justicia tenía precio . Durante años, la Fiscalía Anticorrupción no combatió el delito: lo administró . Las carpetas de investigación se convirtieron en fichas de negociación política , los funcionarios se blindaron unos a otros y los ciudadanos quedaron fuera del mapa. Las promesas de transparencia y rendición de cuentas fueron palabras vacías frente al poder del dinero y las alianzas. Esa etapa marcó uno de los periodos más turbios de la historia judicial del estado. No hubo voluntad de investigar , porque investigar significaba tocar intereses de quienes estaban arriba. Los casos más sensibles fueron silenciados mediante acuerdos oscuros entre actores políticos y operadores del sistema. Lo que debía ser un instrumento ciudadano terminó siendo una extensión del poder ejecutivo de antaño . Hoy, con una nueva estructu...
⚠️ ¡Jueza Valeria Valencia Vega Altamirano y perita encubren secuestro (sustracción de menor) disfrazado de convivencia! 😡
La corrupción judicial ya no sorprende… pero cuando la víctima es una niña, es hora de levantar la voz. Carlos, padre ejemplar y profesionista, lleva casi dos años sin poder ver a su hija de 11 años. ¿La razón? Una jueza que decidió ignorar la ley y proteger a una madre desequilibrada.
Andrea “N”, la madre, se la llevó en una convivencia veraniega y jamás la devolvió. No solo rompió el mandato de un juez de Guerrero que ya había dado la custodia a Carlos, sino que ha lanzado amenazas constantes contra él y la menor. Tenemos audios, pruebas, peritajes, pero nada importa cuando la jueza Valeria Valencia Vega Altamirano y su perita deciden actuar con las entrañas y no con la ley.
La jueza Valeria Valencia Vega Altamirano ha convertido su tribunal en un circo de arbitrariedades, donde las sentencias se dictan no con base en la ley, sino en simpatías personales. A pesar de que un juez de Guerrero ya había resuelto la custodia a favor de Carlos —tras demostrar que Andrea ‘N’ incumplió acuerdos judiciales y manipuló a la niña—, Valencia Vega Altamirano hizo caso omiso, ignorando pruebas contundentes como audios de amenazas y peritajes que exponen el entorno inestable de la madre. Su decisión no solo viola el principio de cosa juzgada, sino que envía un mensaje peligroso: en Morelos, un padre que lucha por sus hijos puede ser sepultado por el capricho de una jueza que actúa con visceralidad, no con justicia.
La perito Nancy Georgina Treto Bahena (psicologa), cómplice de este atropello, firmó un dictamen tan parcial que raya en la prevaricación psicológica. Mientras pintó a Carlos como un ‘agresivo’ usando pruebas desacreditadas como el test de la ‘Persona bajo la lluvia’, omitió deliberadamente las contradicciones de Andrea ‘N’ —como su historial de mentiras y el hostigamiento de su actual pareja hacia la niña—. Treto Bahena no es imparcial: es una operadora que fabrica diagnósticos a la medida. Su ‘análisis’ no vale el papel en que está impreso, pero en este sistema podrido, basta para destruir familias. Morelos merece peritos que protejan a los niños, no a jueces corruptos. Jueza Valencia Vega Altamirano y perito Treto Bahena: la historia las recordará no como servidoras públicas, sino como verdugas de una niña que solo quería ver a su padre. El día que la menor les pregunte por qué le robaron su infancia, ojalá tengan una mejor excusa que su misandria institucionalizada.
En Morelos, este caso huele a soborno, a colusión, a impunidad judicial, y desde este medio decimos:
¡No más juezas que juegan con vidas! ¡Ni una niña más separada por corrupción!
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